02. Juan Calvino y la Mayordomía Bíblica

02. Juan Calvino y la mayordomía

Es imprescindible aclarar que, dado el auge en nuestros tiempos de la teología de la prosperidad, nuestro trabajo tiene una notoria orientación clásica. Fue necesario revisar concienzudamente la posición de los padres de La Reforma Protestante del siglo 16 para entender este tema de las finanzas desde su significado e interpretación bíblica y no desde una óptica situacional influida por la cultura del mundo, en particular la de hoy, con su fuertes fundamentos postmodernistas, los cuales, lastimosamente, han permeado el cristianismo actual.

Por esta razón, no se pretende exaltar esta teología de la prosperidad, en la cual Dios es presentado como una herramienta para enriquecerse. Tampoco pretendemos exaltar la teología de la pobreza según la cual, la pobreza es una virtud o el camino para entrar al Reino de los cielos porque no puede negarse que dondequiera que llegaba La Reforma Protestante del siglo 16 anunciando el reino de Dios, se hacía evidente un progreso socio-económico. Sin embargo, es ciertamente erróneo pensar, como Max Weber en La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1905), que los reformadores como Calvino, igualaban la prosperidad material a una señal de ser elegido.

Es nuestro objetivo, transmitir una idea mesurada con base en el propósito por el cual Dios nos ha entregado lo que tenemos, pues cuando usamos el dinero para su plan eterno y según su Palabra, podemos vislumbrar un futuro brillante y un presente lleno de gozo.

“²⁰El que atiende a la palabra, prospera.

¡Dichoso el que confía en el Señor!”.

Proverbios 16:20 [ NVI]

La segura provisión de Dios

Al respecto, el apóstol Pablo dijo que cuando confiamos en el control de Dios sobre nuestras vidas podemos disfrutar las bendiciones terrenales porque Él es un Dios amoroso que promete darnos lo que necesitamos y, en su Soberanía, puede sorprendernos con mucho más de lo que nos imaginamos, esperamos o precisamos. Pero en la relación con Dios y el lugar que Él ocupe en nuestras vidas, está la diferencia.

“¹⁷… ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo,

que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos”.

1 Timoteo 6:17

Juan Calvino y la mayordomía

A este pensamiento se le suma, Juan Calvino (1509 - 1654), el teólogo de La Reforma Protestante del siglo 16, quien “en una oración hace que la repetida confusión de Weber caiga más rápidamente, pues requería que cada persona "se condujera con honestidad y preservara lo suyo". Advirtió a los creyentes que no malgastaran lo que Dios les había dado providencialmente y también que velaran por el bienestar de su vecino. Los llamó a estar contentos con "nuestro lote" y a no anhelar "enriquecerse con injusticia y saquear a nuestro vecino o sus riquezas,… ni apresurarnos a amontonar riquezas cruelmente escurridas de la sangre de otros;…".

También en este catecismo Ginebrino de 1562, Calvino propuso una oración para guiar a las personas a pedirle a Dios que bendijera su trabajo, notando que si Dios no lo hacía, "nada va bien ni puede prosperar”. Él pedía que el Espíritu Santo brindara ayuda a los trabajadores en este llamado "sin ningún fraude ni engaño, y que así, prestemos más cuidado a seguir sus Ordenanzas que a satisfacer nuestro apetito para enriquecernos". Junto con esto, [Calvino] pedía a Dios que disminuyera la prosperidad si sabía que el pueblo necesitaba una dosis de pobreza para hacerles recapacitar y oró para que los trabajadores "no caigan en desconfianza", “esperen pacientemente" para que Dios les provea y "descansen con toda seguridad en [Su] pura bondad”.

Calvino también declaró que cualquier esfuerzo que no tuviera la caridad como su meta principal estaba enfermo desde la raíz. En otro lugar, advirtió que el lujo podía indicar grandes problemas y producir "falta de cuidado en cuanto a la virtud". Además, advirtió en contra de contender ansiosamente por riquezas y honores, confiando en nuestra propia destreza y asiduidad, o descansar en el favor de los hombres o confiar en vacías inventivas de fortuna; sino que siempre debemos tener respeto por el Señor... Hizo un llamado para "que se nos ponga un freno" para impedirnos "de sentir un ansioso deseo de ser ricos, o una ambiciosa búsqueda de honor"… ¡Él también abogó en pro de la confianza en Dios y no en las riquezas!” (HALL, David W.  Diez formas en que la cultura moderna es diferente por causa de Juan Calvino. En: Revista Reforma Siglo XXI. Boletín teológico de la Confraternidad Latinoamericana de Iglesias Reformadas. Volumen 11, Número 2.  Octubre de 2009).

Con este ánimo, aprenderemos a través del blog Tesoros en el Cielo. Mayordomía bíblica, a manejar el dinero y los bienes materiales sabiamente, desarrollando un presupuesto y haciendo un seguimiento a nuestros ingresos y egresos.

Un fiel mayordomo tiene una estrecha relación con su Señor

Pero nuestro objetivo principal es fortalecer la relación con Dios al conocer los fundamentos bíblicos para esta área, reconociéndolo como Señor de todo para luego sujetar las finanzas a sus mandamientos y ponerlas al servicio del propósito por el cual, Él las ha entregado en nuestras manos, para administrarlas en excelencia como alabanza de su Gloria y con fidelidad, de manera que podamos aplicar a nuestra vida el principio rector de Charles Spurgeon: “En la mayordomía es necesario que un hombre sea encontrado fiel”, pues estamos llamados a ser administradores o mayordomos de sus riquezas aquí en la Tierra y a administrarlas según sus preceptos y principios.

Este propósito no es una meta para cumplir de un día para otro o durante la lectura de este blog, es una misión para desarrollar mediante un proceso durante toda nuestra vida, es un camino que nos tomará tiempo recorrer.

Quiera el Señor proveernos su Gracia permanente en este caminar. Es nuestra oración que a través de este blog, se haga vida en su vida, la certeza de que Jesucristo es nuestro único Señor y Salvador y cuando nuestra mirada está puesta en Él como nuestro Dios y en su Reino, todo lo demás es llamado por Él mismo, añadidura. Por esto, el siguiente versículo resume el fundamento de nuestro trabajo y rogamos a Dios que usted pueda identificarse totalmente con él:

“³³Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,

y todas estas cosas os serán añadidas”.

Mateo 6:33