13. Dios es un Dios de orden
13. Dios es un Dios de orden
“33 pues Dios no es Dios de confusión…”.
1 Corintios 14:33
Antes de iniciar oremos
Padre nuestro que estás en los Cielos, danos la sabiduría necesaria para entender que Tú has dado un orden divino al universo, y que eso nos indica que siendo ordenados como tu lo eres, nosotros podemos planificar fielmente nuestra vida financiera y de esa manera llegar a ser fieles mayordomos en tu obra, para tu honra y tú gloria.
Introducción
Sabemos que Dios es un Dios de orden por la coherencia de Su creación, el transcurrir de las estaciones, las mareas y los ciclos de vida de los seres vivientes. Debido a que Dios es un Dios de orden, podemos ordenar nuestras vidas porque sabemos con precisión que el sol se pondrá y será de noche y luego volverá a salir para un nuevo día; cómo cambiarán las estaciones del año, cómo serán las mareas, y cuando es el tiempo de sembrar y el tiempo de cosechar. (Jeremías 31:35)
Su creación tiene un ritmo que da orden a nuestras vidas, pues Dios ha puesto orden en el universo. Desde los ecosistemas en la tierra hasta los sistemas solares, Dios ha puesto en movimiento patrones que podemos estudiar y documentar mediante la ciencia.
Noé, José, Moisés, Josué y David fueron fieles mayordomos, hombres de fe y de orden. Eran disciplinados y dedicados, y se sometieron a los mandamientos de Dios. Fueron sabios, fuertes y valientes, porque entendieron el poder de la autoridad divina. Fueron obedientes, siguieron órdenes, conociendo el poder del Señor a quien servían.
Hasta Salomón entendió la importancia del orden cuando siguió meticulosamente las instrucciones de Dios al construir el templo.
Leemos en 2 Crónicas 8:16:
“16 porque toda la obra de Salomón estaba preparada desde el día en que se pusieron los cimientos de la casa de Jehová hasta que fue terminada, hasta que la casa de Jehová fue acabada totalmente”.
En el Nuevo Testamento, Pablo nos insta con respecto a la iglesia de Dios:
“40 pero hágase todo decentemente y con orden”.
1 Corintios 14:40.
Como hijos de un Dios de orden, nosotros debemos practicar el orden en nuestra vida. Una característica muy importante de una persona ordenada, es que planea su vida, por eso vamos a hablar de planificación, y nos tomaremos más de una jornada en este tema, pues es muy importante y debemos profundizar en algunos aspectos.
Este tema lo veremos en dos partes principales:
1. La Planificación financiera y
2. Características de la planificación financiera.
13.1. La Planificación financiera
“5Los planes bien pensados: ¡pura ganancia!
Los planes apresurados: ¡puro fracaso!”.
Proverbios 21:5 [NVI]
Un mayordomo o administrador de las finanzas del reino de Dios aquí en la tierra debe ser un buen “Planificador financiero”.
La gracia de la salvación y la justificación debe llevarnos a ser excelentes planificadores. No somos buenos planificadores para ser salvos, más bien somos salvados para planificar sabiamente, pero necesitamos la gracia constante de nuestro Dios para lograr este propósito y entender lo que esto significa, para que la gracia de la salvación y la justificación produzcan en nosotros una buena planificación.
“5Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia;
Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.”.
Proverbios 21:5 [RVR 1960]
Como ya hemos visto en otros artículos, ya sea por una perspectiva desde la doctrina de la pobreza o desde el mensaje de la prosperidad, ya sea en la abundancia o en la escasez, la cultura donde nos hemos criado, tiene mucha influencia en la manera cómo vemos las finanzas, lo que incide a su vez, en la manera cómo las administramos.
Particularmente, nuestra cultura latinoamericana no ha sido entrenada en el tema de la planificación. El querer satisfacer los deseos de inmediato, la proyección a corto plazo y el desconocimiento de nuestros padres de los principios financieros registrados en la Biblia, han traído como consecuencia, la falta de formación en esta área.
Gran parte de nosotros, nunca fuimos instruidos ni enseñados por nuestros padres en el manejo del dinero, la administración de los bienes y posesiones o en la preparación y establecimiento de un presupuesto y, mucho menos, en el hábito de ahorrar con regularidad.
Todo lo anterior, genera una gran dificultad para establecer un orden en las finanzas y muchos se desaniman en el proceso de ordenamiento, en el diseño de un presupuesto y, aún más, en la sujeción a éste, debido a las mismas razones.
¿Qué es planificación financiera?
Esta es una definición que viene de la administración actual:
La planificación financiera es un proceso en virtud del cual se proyectan y se fijan objetivos, usando técnicas que reúnen un conjunto de métodos e instrumentos con el fin de establecer metas económicas que nos lleven a minimizar los riesgos y aprovechar oportunidades y recursos, tomando en cuenta los medios que se tienen y los que se requieren para lograrlo.
Esta definición es muy clara y la podemos aplicar en nuestra planificación, pero a un creyente le es más provechoso escudriñar en la Palabra y encontrar esa sabiduría que el Señor nos trasmite a través de ella, leamos 2 Timoteo 3: 14-17.
“14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido;15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
2 Timoteo 3: 14-17
En estos 4 versículos encontramos la doctrina de la “Suficiencia de las Escrituras”, este es un principio fundamental de la fe cristiana y significa que la Biblia es todo lo que necesitamos para equiparnos para una vida de fe y servicio. Desde esta perspectiva la Biblia nos enseña como planificar según 4 sencillos puntos1:
A. Planear lo que se quiere hacer.
B. Llevar a cabo lo planeado.
C. Verificar la eficiencia de cómo se hizo.
D. Revisar y replantear si es necesario.
1 En la Teoría del Mejoramiento Continuo, esto es conocido como el Ciclo PHVA (Planear; Hacer; Verificar y Actuar).
La planificación desde la Biblia:
A. Planear lo que se quiere hacer.
"Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
Efesios 2:10
El Señor ya tiene un plan para nosotros desde antes de la fundación del mundo, ¿Entonces que debemos hacer?… pues escudriñar la Biblia e ir en oración a Dios y pedir su dirección…
Este es un paso imposible sin la ayuda del Espíritu Santo, pues nosotros siempre tenemos otros planes, que incluso pueden parecer planes piadosos, pero que en el fondo de nuestro corazón sabemos que esa no es la voluntad de Dios.
Entonces hermanos, aquí debemos dejar atrás nuestros planes y hacer la voluntad del Señor y ustedes saben que no es fácil, solo se consigue con un corazón doblegado ante el Señor.
B. Llevar a cabo lo planeado (Hacer)
Si el Señor ya preparó de antemano las buenas obras (Ef. 2:10), a nosotros solo nos queda obedecer, y eso lo que mejor hacían los grandes hombres de Fe descritos en la Biblia, ¿y que hacían ellos? … Estar en permanente contacto con Dios para recibir la capacitación del Señor que les permitiera hacer su Voluntad, además de eso debían orar por un carácter, para resistir las burlas, las ofensas e incluso el martirio y no desviarse tras las cosas del mundo.
En Génesis 6 leemos cómo sobrevivieron Noé y su familia al Diluvio. Obedecieron a Dios, mientras que el resto de la humanidad no hizo caso de las muchas advertencias.
“22 Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó”. Genesis 6:22
“20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua”.
1 Pedro 3:20
Es decir el Señor capacitó a Noé para obedecer y mantenerse firme y esto también es imposible sin la ayuda del Espíritu Santo, pues por lo general conocemos la voluntad del Señor, pero nosotros tenemos “una mejor manera de hacerlo”. Por ejemplo la Biblia dice “Quien ahorra poco a poco se enriquece”, Proverbios 13:11… Pero hacemos caso al mundo que dice: “Toma un préstamo, pues es buen negocio, disfruta ahora y paga después” y de esa manera nos hacemos esclavos de una deuda.
C. Verificar la eficiencia de cómo se hizo
Para el creyente este proceso se llama reflexión (autoexamen), la cual se hace por medio de la oración, vamos a leer un poco de la historia de un hombre que verificó lo que hizo, en Lucas 15: 17-19.
"17 Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros".
Lucas 15:17-19
La clave está en “Volviendo en sí,” esta es la iluminación del Espíritu Santo que rescató al hijo prodigo de su propia maldad. Sin el concurso del Espíritu Santo en este proceso, no podremos avanzar, pues si evaluamos los procesos desde la sabiduría humana, tenemos pocas probabilidades de hacerlo bien.
D. Revisar y replantear si es necesario (Actuar)
Y al final del ciclo se llega al arrepentimiento, que es cambiar de forma de pensar y de actuar, esto significa ir delante del Señor en humildad y clamar en oración por su ayuda para poder vencer ese pecado que nos agobia.
Este último punto lo podemos evidenciar leyendo la continuación de la historia del hijo prodigo:
“20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. 21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo”.
Lucas 15: 20-21
Si seguimos leyendo veremos como el Padre en su infinita misericordia perdona a su hijo y lo reintegra al lugar que él había perdido, y el mensaje para que este hijo prodigo inicie una nueva vida es:
14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
1 Pedro 1: 14-16
Recordemos los cuatros puntos de que nos llevan a un mejoramiento continuo: A. Planear, B. Hacer, C. Verificar, D. Actuar
Y veremos que el hijo prodigo no hizo una correcta planeación (A), simplemente se dejó llevar por sus deseos carnales y actuó (B) en consecuencia de eso, pero la misericordia del Señor lo alcanzó cuando estaba en una pocilga sufriendo el resultado de su pecado y le permitió reflexionar - hacer un auto examen - verificar (C), lo cual lo llevó al arrepentimiento, actuar (D) y el Padre lo restituyó al lugar del cual había caído.
Hermano si no has planeado tu vida de la mano del Señor, si has pecado contra Dios y contra tu prójimo, estás a tiempo de revisar y replantear, es decir de orar al Padre y arrepentirte para un cambio de vida.
Si en tu vida no hay cambios, es decir “no hay frutos de arrepentimiento” (Mateo 3:8-10) y sigues aferrado a las cosas del mundo, no podrás ser un fiel administrador de los “Tesoros en el Cielo” (Mateo 6:20), pues un fiel mayordomo tiene un carácter ordenado que lo lleva a planificar, y para muchos de nosotros el vivir una vida ordenada y planificada es un verdadero fruto de arrepentimiento.
Gran parte de las misiones que Dios les encomendó a diferentes hombres de la Biblia como Noé, Moisés y Nehemías, entre muchos otros, requirieron de un proyecto o plan.
“3Encomienda a Jehová tus obras,
y tus pensamientos serán afirmados”.
Proverbios 16:3
Por mucho tiempo nuestra familia ha orado por la confirmación del Señor por los planes futuros, algunos se han afirmado y otros se han desvanecido y hemos entendido que no no están dentro de la providencia del Señor, al menos por ahora, así por medio de la oración vamos entendiendo su santa voluntad.
“21Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre;
mas el consejo de Jehová permanecerá”.
Proverbios 19:21
Por medio del estudio bíblico y la oración, el Señor nos alinea y acerca cada vez más a sus propósitos y a sus planes para nosotros, alejándonos de nuestros caprichos y deseos carnales. Esto desarrolla nuestra fe y nuestra dependencia de Dios y nos hace madurar en cuanto a nuestra perspectiva de las posesiones y la visión de Dios para nuestras vidas.
“9El corazón del hombre piensa su camino;
mas Jehová endereza sus pasos”.
Proverbios 16:9
Nuestro Señor es un Dios planificador, pues en el Pacto Intratrinitario celebrado en la eternidad, planeó minuciosamente todo el Plan de Redención, hermanos todavía no estamos en el final de la historia, pero ya sabemos lo que pasará pues el Señor lo ha revelado en Su Palabra, eso significa que ya Dios lo tiene planificado.
Recuerda hermano, Dios es un Dios de orden y, aunque Él se glorifica en nuestras debilidades y en las cosas que para nosotros son imposibles de realizar, no tenemos excusa para dejar de hacer lo que podemos hacer en nuestras capacidades, pues generalmente, Él no hace lo que nosotros podemos hacer.
Nosotros hacemos lo posible y Él hace lo imposible. Nosotros tenemos que prepararnos y hacer nuestro mejor esfuerzo y Él nos da la victoria, si eso está en su santa Voluntad. Esto hace parte del misterio de la Soberanía de Dios y la Responsabilidad del hombre.
“31El caballo se alista para el día de la batalla;
mas Jehová es el que da la victoria”.
Proverbios 21:31 (RVR 1960)
“31Se alista al caballo para el día de la batalla,
pero la victoria depende del Señor”.
Proverbios 21:31 (NVI)
Este texto es de mucho ánimo para los fieles mayordomos del Reino, pues sabemos que nosotros hacemos nuestro mejor esfuerzo, pero la victoria es del Señor, además nos enseña humildad, pues nos da una correcta perspectiva del infinito poder de Dios y de nuestra limitada capacidad.
Ser mayordomos o administradores del Reino implica una planificación y, por consiguiente, una responsabilidad financiera.
La planificación implica la responsabilidad, en la medida de lo posible, de llevar a buen fin los proyectos.
“28Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre,
no se sienta primero y calcula los gastos,
a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
29No sea que después que haya puesto el cimiento,
y no pueda acabarla,
todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,
30diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar”.
Lucas 14:28-30
George Clason, autor del libro El hombre más rico de Babilonia, dice que una buena planificación financiera “os hará capaces de cumplir vuestros mayores deseos defendiéndolos de los caprichos fútiles”.
El objetivo real de un buen plan financiero no es tanto llegar a “ser millonario", sino mantenernos en "libertad financiera", pues hay una gran diferencia entre "riqueza" y "libertad" financiera. El que tiene un millón de dólares puede "ser rico", pero puede que no “financieramente libre". La libertad financiera se da cuando el ingreso pasivo es mayor que los gastos. Es decir, cuando tienes inversiones o negocios que rentan para ti, sin tener que dedicar mucho tiempo o esfuerzo a dicho negocio, y esos ingresos son superiores a tus gastos. Como coloquialmente decimos “esa persona vive de la renta”. Sin embargo, quien realmente tiene libertad financiera es aquel que confía plenamente en el Señor.
Que el Señor te muestre la importancia de planificar y te ayude a tener una vida productiva para Su honra y para Su gloria.
Apartes del Sermón predicado el día del Señor del 4 de agosto de 2019 en la Iglesia Bautista Ríos de Gracia, en Medellín Colombia.
Notas.
Notas.
1. En la Teoría del Mejoramiento Continuo, esto es conocido como el Ciclo PHVA (Planear; Hacer; Verificar y Actuar).
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