09. Nuestro Señor Todopoderoso



09. Nuestro Señor Todopoderoso

Oremos, para que el Señor nos ayude a entender que somos solo administradores de las riquezas Su gracia y que nuestra preocupación principal es conocer las prioridades del Señor y ponerlas por obra en nuestra vida, pues realmente EL es el dueño de todo y nosotros solo somos mayordomos.

Para empezar vamos a leer parte de la oración del Rey David cuando comunicó al pueblo que se construiría un templo en Jerusalén para  adorar al Señor, David había recaudado todos los materiales para el templo, y estaban las bodegas de la ciudad repletas de metales, maderas y piedras preciosas, por todo lo que el mismo David entregó de su tesoro y porque todo el pueblo contribuyó de manera abundante, leamos en 1 Crónicas 29: 10-16

10 Asimismo se alegró mucho el rey David, y bendijo a Jehová delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh Jehová, Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo.

11 Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.

12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.

13 Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre.

14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.

15 Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura.

16 Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar casa a tu santo nombre, de tu mano es, y todo es tuyo.

1 Crónicas 29:10-16

David veía a Dios de una manera correcta, y eso es muy importante pues la manera cómo vemos a Dios influye íntimamente en el manejo que le damos a las finanzas y si esta perspectiva está errada, producirá una conducta en contravía de la mayordomía bíblica. Así que para llegar a ser el administrador o mayordomo que Dios espera, nuestra perspectiva de los bienes, las riquezas y el dinero tiene que estar en plena concordancia con lo que Dios mismo expresa en su Palabra acerca de su carácter y sus atributos.

Pude confirmar esta falta de conocimiento del pueblo de Dios, al leer una cita en la biografía de R.C. Sproul, la cual retrata la realidad del cristianismo de hoy:

Me preguntaron “¿Cual es el mayor problema de la iglesia hoy?
Les respondí: “La iglesia no sabe quien es Dios”.

Por eso seguiremos hoy el siguiente derrotero: Estudiaremos 3 características principales de la forma como Dios se relaciona con su creación, estas son: 
1. Nuestro Señor es el dueño de todo
2. Nuestro Señor tiene el control de todo
3. Nuestro Señor es el proveedor de todo

Pues es muy importante establecer que: “La mayordomía cristiana no parte de las necesidades del hombre ni de la Iglesia, sino que parte del carácter de Dios” (Sobrinho, 1990, 40). Al conocer a nuestro Señor en lo que Él nos ha permitido conocerle, cualquier circunstancia o situación se hará insignificante y minúscula al lado del Dios magnífico que tenemos. 

Así que es necesario un entendimiento profundo de Su Carácter para reflejarlo en nuestra vida, pues la Santidad de Dios se revela en su Justicia que, a su vez, está reflejada en la Soberanía sobre su creación para exaltar su Amor.

Aceptamos que Dios es nuestro Señor y las Sagradas Escrituras dicen que es el dueño de todo, tiene el control sobre todo y es nuestro proveedor de todo, pero nosotros debemos entender a profundidad lo que esto significa.

12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, 
y tú dominas sobre todo; 
en tu mano está la fuerza y el poder, 
y en tu mano el hacer grande 
y el dar poder a todos. 

1 Crónicas 29:12

1. Nuestro Señor es el dueño de todo


El Diccionario Enciclopédico Salvat define a un señor como “una persona que manda como dueña y con mucha autoridad”.

Si Jesucristo es el Señor de nuestras vidas, significa que Él posee poder y autoridad supremos sobre nosotros. Pablo expresa que no somos nuestros propios dueños, sino que fuimos comprados por el sacrificio de Cristo:

19...y que no sois vuestros?
20Porque habéis sido comprados por precio;…”.

1 Corintios 6:19b-20a

El pasaje señala que Dios nos compró por un precio invaluable, la sangre de su hijo Jesucristo, así que realmente le pertenecemos a Él con todo nuestro cuerpo y posesiones. Entonces al entender que el Señor es dueño de todo, asumimos que cada decisión financiera que tomamos, refleja nuestra vida espiritual y nuestra relación con Él.

Por un momento, cierre sus ojos y piense en el lugar donde se encuentra, en todo lo que puede disfrutar, pero piense también en los que mueren, en el Reino de los cielos… ¿Qué ha hecho usted diferente a muchas otras personas para merecer todo esto? Nada. ¿Si hoy muriera, podría llevarse algo de esto? No. ¿Puede darse cuenta de que nada es suyo? Todo le pertenece a Dios y vivimos por su misericordia y morimos cuando Él lo determine (1 Crónicas 29:11-12; Salmos 24:1; Deuteronomio 10:14 y Salmos 50:10-12).

1De Jehová es la tierra y su plenitud;
el mundo, y los que en él habitan”.

Salmos 24:1

Vamos de nuevo a nuestro texto guía, pero iniciemos la lectura desde el versículo 11..

11Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder,
la gloria, la victoria y el honor;
porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas.
Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
12Las riquezas y la gloria proceden de ti,
y tú dominas sobre todo;
en tu mano está la fuerza y el poder,
y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos”.
….

16 Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar casa a tu santo nombre, de tu mano es, y todo es tuyo.

1 Crónicas 29: 11-12, 16

Si queremos encontrar un modelo de mayordomía en algún personaje bíblico, el Rey David sería el indicado. “La oración de David al comienzo de la construcción del templo demuestra por qué él era un hombre conforme al corazón de Dios. A pesar de todos sus logros, era profundamente humilde. Deseaba que la gloria le fuera atribuida a Dios, y no a él. Este pasaje le habría recordado a los lectores originales de Crónicas, de regreso del exilio y sin rey, que la mayor preocupación de David había sido el templo, donde su pueblo podía adorar y servir a Dios”. (Comentario en La Biblia Devocional de Estudio - Liga Biblica - p 390)

Saber que nada es nuestro nos debe llenar de tranquilidad y gozo, pues nos quita muchas preocupaciones, pero esto no debe ser malinterpretado. No significa que no debamos cuidar las cosas o que no deban importarnos, por el contrario, debemos administrar muy bien lo que se nos ha confiado y, como buenos mayordomos, rendir cuentas a su dueño de lo que hacemos con sus posesiones. Tampoco significa que no podamos disfrutar de la provisión que Dios ha dispuesto para nosotros, pues el apóstol Pablo nos enfoca en el Señor y su promesa…

17…ni pongan la esperanza en las riquezas,
las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo,
que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos”.

1 Timoteo 6:17b

Pero el Señor nos puede probar para saber si aún tenemos posesiones tan valiosas en nuestro corazón, que impiden que todo nuestro amor y devoción sean sólo para Él. Por eso, este proceso de rendir nuestras finanzas a Él, nos debe llevar también a retornarle el derecho de propiedad de todas las que, hasta ahora, creíamos eran nuestras posesiones.

33Así, pues, cualquiera de vosotros
que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”.

Lucas 14:33

Recordemos también la historia de Abraham, quien fue probado con su "posesión más valiosa", Isaac, el hijo de la promesa.

2Y dijo [Dios]: 
Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, 
y vete a tierra de Moriah,
y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”.

Génesis 22:2

Una vez que Abraham obedeció, el Señor respondió:

12Y dijo:
No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada;
porque ya conozco que temes a Dios,
por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”.

Génesis 22:12

Cuando entendemos que todo lo que poseemos es de Dios, cada decisión se toma directamente con su aprobación y no con nuestros impulsos y emociones.

Porque todo le pertenece a Él, cada decisión entonces, pasa a ser una decisión espiritual, para la cual debemos buscar la dirección del Espíritu Santo respecto a lo que vamos a hacer, comprar o adquirir.

Es posible que le tome un tiempo interiorizarlo, pero una vez lo logre, la vida se hará más fácil, la carga más liviana y empezará a desvanecerse el deseo de tener y conseguir más. También será cada vez mayor la convicción de que no somos dueños de nada, sino administradores de las cosas de nuestro Señor y debemos cuidarlas y dar cuenta de ellas.


2. Nuestro Señor tiene el control absoluto de todas las cosas 


Una vez que entendemos que todas las cosas son de Dios y que como sus siervos, Él nos permite usarlas y poseerlas para su gloria y honra, aprendemos que el control y el dominio absoluto de todas las cosas que hay en el universo y en la Tierra están en las manos de Dios.

Su Soberanía y su Providencia son totales. Él dice:

 “…Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero;…” 

Isaías 46:10b.

6Todo lo que Jehová quiere, lo hace,
en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos”.

Salmos 135:6

Y también, Dios tiene control sobre toda la humanidad (1 Crónicas 29:12b; Proverbios 21:1 y Hechos 17:26).

34…cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.

35Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada;
y él hace según su voluntad en el ejército del cielo,
y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano,
y le diga: ¿Qué haces?”.

Daniel 4:34b-35

De igual manera, Dios tiene el dominio y el control absoluto en las situaciones difíciles y aún en aquellas que parecen devastadoras.

6para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone,
que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo,

7que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad.
Yo Jehová soy el que hago todo esto”.

Isaías 45:6-7

Hermano estás en paz, dale gracias a Dios, estás en adversidad, también dale gracias a Dios, pues EL tienen el control de todo y sabe que es lo que más nos conviene.

28Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

Romanos 8:28

Me gusta la palabra "sabemos" en el comienzo de este versículo porque significa que los creyentes tenemos unas verdades reales en las que podemos confiar. Es reconfortante saber que es Dios quien tiene el control de todo y no nosotros, pues, en su infinita sabiduría Él sabrá qué entregarnos conforme al perfecto plan que tiene para cada uno. ¡Esto se traduce en más gozo y menos carga!

3. Nuestro Señor es el proveedor de todo 
aquello que necesitemos conforme a su voluntad 


Entender esto nos permite actuar y trabajar apasionadamente a favor del propósito de Dios para nuestras vidas, así en lo material no podamos ver cómo el Señor suplirá para llevarlo a feliz término. 

Podemos saber que lo que Él se propuso, lo hará y que ha dispuesto la provisión anticipadamente para llevar a cabo esa misión que nos ha dado.

Alguien decía sabiamente que “donde está tu asignación, ahí está tu provisión”.

Le animamos a orar para que Dios le muestre cuál es el propósito para su vida porque para vivir una mayordomía bíblica, debemos saber cuál es el plan que Dios tiene para cada uno de nosotros, cómo quiere que lo llevemos a cabo y sabiendo que…

19Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.

Filipenses 4:19

“Uno de los nombres hebreos más hermosos de Dios es Jehovah- Jireh: "Jehová proveerá" (Génesis 22:14). La provisión de Dios para aquellos que confían en Él es tan característica de su naturaleza que constituye uno de sus nombres. Puede que nunca dude de la mayoría de los atributos de Dios (por ejemplo, su santidad, amor, bondad, poder, justicia y gloria), pero puede que en ocasiones se pregunte si proveerá o no para sus necesidades. Sin embargo, eso es exactamente de lo que Jesús advirtió a sus seguidores en Mateo 6:25-34 cuando les dijo que no debían afanarse por qué habían de comer, beber o vestir. Dios aún es Jehovah-Jireh, el Dios que provee y es por eso que David dijo: “y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan” (Salmos 37:25)” (MacArthur, 2005, 23).

En la mayordomía bíblica es necesario saber que en cuanto a la provisión, en algunos aspectos Dios es predecible y en otros, es impredecible.
1. Dios es predecible en suplirnos lo que necesitamos para cumplir su propósito, pues así lo ha prometido en su Palabra (Mateo 6:31-33).

9Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen.

10Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; 
pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien”.

Salmos 34:9-10

19Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten,
conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús”.

Filipenses 4:19 [NVI]

Nuestra fe está en creer que Él cumplirá lo que ha prometido. De ahí la importancia de conocer sus promesas registradas en las Escrituras y para podernos apropiar de cada una de ellas, sea cual sea la situación que estemos afrontando.

2. También, Dios es impredecible, pues no podemos saber nunca con exactitud, en qué forma suplirá. Su Palabra dice que sus caminos son más altos que nuestros caminos y los pensamientos que tiene son mucho mejores de lo que nosotros mismos podemos esperar.

8Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

9Como son más altos los cielos que la tierra,
así son mis caminos más altos que vuestros caminos,
y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.

Isaías 55:8-9

El Antiguo Testamento narra que durante cuarenta años, Dios alimentó a su pueblo en el desierto con maná y codornices, ordenó a los cuervos que alimentaran a Elías mientras estaba escondido y lo siguió haciendo en el Nuevo Testamento cuando Jesús dio de comer a cinco mil personas con sólo cinco panes y dos peces e hizo esto mismo en dos ocasiones. Y en nuestros días, ¡cuántas historias de creyentes con fe hemos escuchado acerca de visitas inesperadas con alimento y provisión, nuevos empleos o proyectos, aumentos de salario, regalos, provisión sobrenatural, donación de un extraño, entre otras! Para darnos cuenta de que siempre podemos estar seguros al depositar nuestra confianza en las promesas de Dios.

Así que en cualquier situación que estemos afrontando, tengamos presente siempre que Dios es dueño de todo, tiene el control y es el proveedor de todo lo necesario según su plan. Creamos en sus promesas predecibles y dejémonos sorprender con aquello en lo cual Él es impredecible.

Debemos pues, tener la certeza de que Dios proveerá acorde con su Plan Supremo y con su plan individual para cada uno de sus hijos, pero el misterio de la voluntad de Dios para cada uno, no puede hacerse evidente sin antes romper el molde de este mundo, entrar en la transformación dolorosa y en la renovación de nuestro entendimiento, un proceso que exige obediencia de nuestra parte, pero que al final, nos permitirá comprobar que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta, como nos asegura el apóstol Pablo:

2No os conforméis a este siglo,
sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cuál sea
la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Romanos 12:2

Para entender la voluntad de Dios para cada uno de nosotros necesitamos que nuestra mente sea transformada y que no nos amoldemos a las costumbres que el mundo nos propone y esto implica ser capaces de decidir sobre el límite de nuestro estilo de vida. 

Estamos firmemente convencidos de que Dios quiere que su pueblo prospere, pero no al punto de canjear nuestra herencia en la eternidad por las gratificaciones temporales de esta vida.

11Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

12Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;

13y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”.

Jeremías 29:11-13

20Y en respuesta les dije: El Dios de los cielos, él nos prosperará,
y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos,…”.

Nehemías 2:20a

En definitiva, nuestra libertad financiera para servirle a Dios, está estrechamente ligada con la perspectiva que tenemos de Dios y el lugar que Él ocupa en nuestras vidas.

Aplicaciones


1. Sabiendo que Nuestro Señor es el dueño de todo, examinemos nuestras prioridades, para ver si estamos más interesados en nuestros propios placeres o en servir como verdaderos mayordomos y hacer la obra que el Señor nos encomendó.

2. Sabiendo que Nuestro Señor tiene el control de todo, actuemos esforzadamente en Su obra, pues tenemos la seguridad de que Él está con nosotros siempre, y tiene pleno control de nuestras circunstancias.

3. Sabiendo que Nuestro Señor es el proveedor de todo, renovemos nuestra mente para que se establezca en ella la convicción de la grandeza de nuestro Dios y el saber que Él tiene para cada uno la mejor manera de proveer para todas nuestras necesidades o sorprendernos al cumplir los anhelos de nuestro corazón.

4. Para aquellos que todavía no confían en la obra salvífica de Dios, este es el momento de poner sus vidas en manos del único que puede ser un magnifico Señor por el resto de la eternidad: Nuestro Señor Jesucristo, solo ÉL puede darnos perdón de pecados y vida eterna. 

Oremos, Señor ayúdanos a descansar seguros en tus manos, sabiendo que nos bendecirás abundantemente, según tus propósitos para el avance de tu Reino, no solo externamente sino en cada uno de nuestros temerosos corazones. Señor danos valor y ayúdanos a seguir adelante en este Camino que cada día se torna más estrecho.

Amén


Apartes del sermón predicado el 20 de enero de 2019 en
Iglesia Bautista Reformada Rios de Gracia, Medellín



Comentarios

  1. Muy buen estudio. Es una bendición.
    Dios es el Creador, Señor y Sustentador de todas las cosas.

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    1. Así es hermano, el Señor nos creó, nos amó desde siempre y nos dio la Salvación a través de Cristo, es Nuestro Señor Todopoderoso!

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