16. El plan de Dios para tu vida
16. El plan de Dios para tu vida
Predicación de la Palabra el día del Señor del 13 de octubre de 2019,
en la Iglesia Ríos de Gracia de la ciudad de Medellín, Colombia.
2 Corintios 8
1 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia;
2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.
3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas,
4 pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos.
5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;
6 de manera que exhortamos a Tito para que tal como comenzó antes, asimismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia.
7 Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia.
8 No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro.
9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
10 Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado.
11 Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis.
12 Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.
13 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez,
14 sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad,
15 como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.
16 Pero gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por vosotros.
17 Pues a la verdad recibió la exhortación; pero estando también muy solícito, por su propia voluntad partió para ir a vosotros.
18 Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias;
19 y no sólo esto, sino que también fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo, que es administrado por nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad;
20 evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos,
21 procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres.
22 Enviamos también con ellos a nuestro hermano, cuya diligencia hemos comprobado repetidas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que tiene en vosotros.
23 En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo.
24 Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros.
Amén.
Oremos
Padre Santo llévanos de tu mano en este momento para entender tu Palabra, capacita al expositor y a los oyentes, derrama tu Santo Espíritu sobre nosotros para que esta enseñanza no solo sea teoría, sino que sea parte de nuestra vida practica.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús, nuestro único y suficiente Salvador.
El plan de Dios para tu vida
Todos los creyentes tenemos que aportar al avance del Reino de Dios en la tierra, de una manera u otra debemos reflejar a Cristo en nuestras vidas, por eso el estilo de vida un creyente es parte integral de su testimonio, y aquí es donde un buen mayordomo de las riquezas de la gracia de Dios debe hacer la diferencia.
Pues no es concebible que una persona se autodenomine creyente, pero viva un estilo de vida egoísta y alejado del avance de la Iglesia y de las necesidades de sus hermanos, o como dice Nuestro Señor, de su prójimo.
Haciendo un enlace con el final de un tema anterior, que fue “Cerrando el círculo”, vemos como un estilo de vida de acuerdo al plan de Dios, además de traer libertad, nos capacita para:
1. Reconocer la gracia de Dios como raíz y fuente de todo bien en nosotros, o hecho por nosotros, en todo momento.
Gran gracia y favor de Dios es que seamos útiles para el prójimo y el progreso de cualquier buena obra.
1 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia;
2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.
2 Corintios 8:1-2
Solamente por la gracia de Dios podemos cumplir con Su santa voluntad, pues nada que salga del corazón del hombre puede ser considerado como una buena obra, a no ser que el Espíritu Santo este dirigiendo sus acciones.
2. Actuar de manera proactiva, ante las necesidades del prójimo.
3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas,
4 pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos.
2 Corintios 8:3-4
El apóstol elogia la caridad de los macedonios. Lejos de necesitar que Pablo los exhortara, le rogaron que recibiera la dádiva que le enviaron. El gozo espiritual abundante ensancha los corazones de los hombres en el trabajo y la obra de amor. ¡Qué diferente es esto de la conducta de quienes no se unirán a ninguna buena obra a menos que se les exija!
3. Entregarnos primero al Señor, para luego servirle.
5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;
2 Corintios 8:5
Cualquiera sea la cosa que usemos o dispongamos para Dios, lo único que estamos haciendo es devolver lo que es suyo. Todo lo que demos para fines caritativos no será aceptado por Dios, ni se contará a nuestro favor, a menos que, primero, nos demos nosotros mismos al Señor.
Atribuyendo a la gracia de Dios todas las obras realmente buenas, no sólo le damos la gloria a quien corresponde, sino que también, mostramos a los hombres dónde está su fuerza.
Reconocer que la fe es la raíz, y sin fe es imposible agradar a Dios, (Hebreos 11:6), de modo que los que abundan en fe, abundarán también en toda gracia y buenas obras. Es decir, obrará y se notará por el amor.
4. Pasar del discurso o la intención a la acción.
10 Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado.
11 Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis.
2 Corintios 8:10-11
Los que mucho hablan no siempre son los que mejor actúan; en cambio los corintios fueron diligentes en el hacer, así como en el saber y en el hablar bien, por eso Pablo los estimula a actuar bajo la gracia de Dios para abundar en caridad hacia los hermanos más pobres.
5. A reconocer que tenemos hermanos en todo el mundo y en todos los tiempos.
13 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez,
14 sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad,
15 como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.
2 Corintios 8:13-15
El ejemplo que trae Pablo a los Corintios es el amor en acción de los Macedonios, que ofrendaron más allá de sus fuerzas, y por eso les muestra la oportunidad que tienen de participar en la ofrenda para los santos de Jerusalén que están pasando por grandes dificultades.
Debemos estar atentos a las oportunidades de estrechar nuestros lazos fraternales, de tal manera que sepamos que somos un solo pueblo al servicio de un solo Dios, para vencer la desconfianza y unir nuestros corazones en el amor de Cristo.
Por eso Pablo elogia a los hermanos enviados a reunir la ofrenda de amor, para que se supiera quiénes eran, y que con seguridad se podía confiar en ellos.
Este texto también nos enseña que todos los cristianos debemos actuar con prudencia para evitar, en lo que podamos, toda sospecha injusta y no ser piedra de tropiezo para los demás, leamos:
18 Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias;
19 y no sólo esto, sino que también fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo, que es administrado por nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad;
20 evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos,
21 procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres.
22 Enviamos también con ellos a nuestro hermano, cuya diligencia hemos comprobado repetidas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que tiene en vosotros.
2 Corintios 8:18-22
6. A seguir el ejemplo de Cristo quien siendo rico se despojó de su majestad para servir a los demás.
23 En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo.
24 Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros.
2 Corintios 8:23-24
Estos hombres trabajaron para la gloria de Cristo, siguiendo el ejemplo del Señor que se despojó a sí mismo de todo, para rescatar las almas de ellos por su sacrificio en la cruz.
¡Bendito Señor, que de tus riquezas te rebajaste, por nosotros, a total pobreza pues no tenías ni en donde descansar tu cabeza!
¡Y a qué riquezas nos elevaste por medio de tu pobreza!
Por eso nuestra dicha es estar totalmente a tus órdenes.
7. Aplicaciones
Son solo dos aplicaciones, y estas tienen que ver con nuestra conducta.
Primera aplicación.
Un verdadero cristiano sabe que todos los creyentes somos hermanos y un solo pueblo delante de Dios. En el texto bíblico encontramos 3 pueblos (Macedonia, Corinto y Jerusalén) estos estaban muy alejados entre sí, muy pocas personas en esa época tenían la oportunidad de viajar y conocer otras tierras y otras culturas, pero estaban unidos en el Señor y en el amor de Cristo como un solo pueblo. Ellos sabían que más allá de sus fronteras el amor de Cristo brillaba y brillará eternamente.
Lo sorprendente es que nosotros quienes vivimos al otro lado del mundo y 2,000 años después también hacemos parte de ese mismo pueblo unidos en Cristo, quien rompe la barrera del tiempo, de tal manera que de la misma forma como hoy somos beneficiados por esa muestra de amor de los macedonios hace 20 siglos, (pues la historia nos enseña y nos alienta en nuestro caminar cristiano), tenemos hoy la oportunidad de bendecir a sus hermanos del futuro.
Damos por hecho que como creyente usted está dejando un legado a sus hijos para que ellos lo entreguen a las otras generaciones, pero dentro de la multiforme gracia de Dios existen muchas formas de bendecir a nuestros hermanos del futuro, como establecer una obra, hacer o apoyar las misiones, escribir textos con base en la Biblia, distribuir literatura de sana doctrina, hacer misericordia con sus hermanos necesitados, o mejor aún, apoyar a su pastor decididamente, quien predica fielmente la Palabra de Dios y esta perdura por los siglos de los siglos.
Recuerda lo que dice la Palabra de Dios en 1 Pedro 4.
8 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
9 Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.
10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
1 Pedro 4:8-11
La Palabra nos muestra que somos un solo pueblo y hermanos a través de los siglos, entonces la aplicación es:
“Un creyente debe actuar de tal manera que siempre beneficie a sus hermanos en la fe, tanto los que están presentes como a quienes vivirán en el futuro, apelando a ese ferviente amor que es en Cristo Jesús”.
Segunda aplicación.
Es necesario actuar rectamente ante Dios, pero también debemos ser y parecer honestos delante de los hombres.
Nuestro carácter debe ser puro y mantener la conciencia limpia pues son un requisito para ser útiles en el avance del Reino de Dios.
Nuestros hermanos macedonios dieron gloria a Cristo como instrumentos, obtuvieron honra de Cristo siendo contados como fieles, y fueron empleados en el servicio de la Obra.
Por eso la buena opinión que el prójimo tenga de nosotros, debe ser un argumento para que hagamos el bien, y debemos cuidarnos de no ser piedra de tropiezo para los incrédulos, que siempre están observando detenidamente lo que hacemos.
24 Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros. Romanos 2:24
En resumen, un verdadero mayordomo del reino del Señor actúa en beneficio de sus hermanos y mantiene una conducta irreprensible de tal manera que creyentes y gentiles vean a Cristo a través de él.
Oremos
Gracias Padre por tu inerrante Palabra que nos trae vividos cuadros de nuestros hermanos de otros tiempos, y como tu Santo Espíritu actuó a través de ellos.
Capacítanos para poder servirte como lo hicieron los Macedonias hace 20 siglos, que nuestro corazón y nuestra mente tenga como objetivo servir a nuestros hermanos, y que toda la honra y la gloria sea para ti.
Te damos gracias por Cristo, aquel que murió por nosotros para nuestra redención, resucitó para nuestra vida eterna y está en los Cielos preparando moradas celestiales para nosotros.
Esperamos con gozo ese día en la eternidad, cuando todos estemos juntos y podamos vivir para tu alabanza, quizás podamos conocer más profundamente las historias narradas en la Biblia y nos gozaremos entiendo mejor cada detalle.
Amado Padre ayúdanos a que podamos entender tu plan para nuestra vida y que ese plan sea vida en nuestra vida.
En el nombre de Jesús hemos orado.
Amén
Recuerde: Un fiel mayordomo del Señor conoce el plan de Dios para su vida y lo pone por práctica.
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